Todos experimentamos dolor. Es un subproducto inevitable de una existencia que incluye el pecado.
Jesús mismo fue un “varón de dolores, experimentado en quebranto” (Isaías 53: 3). Conoce la tristeza que te consume. Y conoce la pérdida que has experimentado.
Pon todas tus preocupaciones sobre él y deja que enjugue las lágrimas de tus ojos. “En el mundo, tendrás aflicción”, les dice Cristo a sus seguidores, “¡Pero ánimo! Yo he vencido al mundo ”(Juan 16:33).
Jesús soportó el dolor, el abandono y el quebranto; él sabe como me siento
Despreciado y desechado entre los hombres, varón de dolores, experimentado en quebranto: y como que escondimos de él el rostro, fué menospreciado, y no lo estimamos.
El dolor es agotador, pero la oración me fortalece
Y como se levantó de la oración, y vino á sus discípulos, hallólos durmiendo de tristeza; Y les dijo: ¿Por qué dormís? Levantaos, y orad que no entréis en tentación.
La sabiduría y el dolor a menudo van de la mano
Porque en la mucha sabiduría hay mucha molestia; y quien añade ciencia, añade dolor.
Dios finalmente desterrará todo el dolor para siempre
Porque el Cordero que está en medio del trono los pastoreará, y los guiará á fuentes vivas de aguas: y Dios limpiará toda lágrima de los ojos de ellos. Y limpiará Dios toda lágrima de los ojos de ellos; y la muerte no será más; y no habrá más llanto, ni clamor, ni dolor: porque las primeras cosas son pasadas.
El acompañamiento puede ser más reconfortante que las palabras
Los cuales alzando los ojos desde lejos, no lo conocieron, y lloraron á voz en grito; y cada uno de ellos rasgó su manto, y esparcieron polvo sobre sus cabezas hacia el cielo. Así se sentaron con él en tierra por siete días y siete noches, y ninguno le hablaba palabra, porque veían que el dolor era muy grande.
Me uno con mis seres amados en el duelo y en la protesta por la injusticia
Luego que supo Mardochêo todo lo que se había hecho, rasgó sus vestidos, y vistióse de saco y de ceniza, y fuése por medio de la ciudad clamando con grande y amargo clamor. Y en cada provincia y lugar donde el mandamiento del rey y su decreto llegaba, tenían los Judíos grande luto, y ayuno, y lloro, y lamentación: saco y ceniza era la cama de muchos.
Dios conoce todos mis problemas y me ayuda en mi dolor
Tú lo tienes visto: porque tú miras el trabajo, y la vejación, para vengar le por tu mano: A ti se acoge el pobre, Tú eres el amparo del huérfano.
Puedo decirle a Dios todo lo que siento
Has alejado de mí mis conocidos: Hasme puesto por abominación á ellos: Encerrado estoy, y no puedo salir. Mis ojos enfermaron á causa de mi aflicción: Hete llamado, oh Jehová, cada día; He extendido á ti mis manos.
Algún día Dios borrará permanentemente todo mi dolor
Y los redimidos de Jehová volverán, y vendrán á Sión con alegría; y gozo perpetuo será sobre sus cabezas: y retendrán el gozo y alegría, y huirá la tristeza y el gemido.
Aunque me lamente por los que han muerto, por la resurrección de Jesús, creo que los volveré a ver
Tampoco, hermanos, queremos que ignoréis acerca de los que duermen, que no os entristezcáis como los otros que no tienen esperanza. Porque si creemos que Jesús murió y resucitó, así también traerá Dios con él á los que durmieron en Jesús.
Me siento afectado cuando otros lloran
Y volvióse aquel día la victoria en luto para todo el pueblo; porque oyó decir el pueblo aquel día que el rey tenía dolor por su hijo.