Versículos de la Biblia sobre
Maldecir

Las palabras son extremadamente importantes para Dios. Su Hijo, Jesús, es “el Verbo” (Juan 1: 1). Lo que hablamos es tan importante que dos de los Diez Mandamientos de Dios tratan específicamente de nuestras palabras.

Dios escucha cada palabra que decimos. Se toma en serio nuestras bendiciones y nuestras maldiciones. Con su ayuda podemos controlar nuestra habla, utilizándola solo para alabar a nuestro Padre Celestial y edificar a nuestros hermanos y hermanas en Cristo (Salmo 35:28).

Oro para que mis palabras habladas y mis pensamientos ocultos sean aceptables para Dios

Salmos 19:14

Sean gratos los dichos de mi boca y la meditación de mi corazón delante de ti, Oh Jehová, roca mía, y redentor mío.

Si no controlo mi lengua, entonces ella me controla

Santiago 3:8-10

Pero ningún hombre puede domar la lengua, que es un mal que no puede ser refrenado; llena de veneno mortal. Con ella bendecimos al Dios y Padre, y con ella maldecimos á los hombres, los cuales son hechos á la semejanza de Dios. De una misma boca proceden bendición y maldición. Hermanos míos, no conviene que estas cosas sean así hechas.

Maldecir es un signo de maldad

Salmos 10:3, 7

Por cuanto se alaba el malo del deseo de su alma, Y bendice al codicioso ó quien Jehová aborrece. Llena está su boca de maldición, y de engaños y fraude: Debajo de su lengua, vejación y maldad.

Cristo es mi ejemplo al soportar las maldiciones de otros

1 Pedro 2:21, 23

Porque para esto sois llamados; pues que también Cristo padeció por nosotros, dejándonos ejemplo, para que vosotros sigáis sus pisadas: Quien cuando le maldecían no retornaba maldición: cuando padecía, no amenazaba, sino remitía la causa al que juzga justamente.

Las palabras que hablo afectan mi calidad de vida

Salmos 34:12-14

¿Quién es el hombre que desea vida, Que codicia días para ver bien? Guarda tu lengua de mal, Y tus labios de hablar engaño. Apártate del mal, y haz el bien; Busca la paz, y síguela.

Las verdaderas maldiciones están reservadas para aquellos que predican una perversión del evangelio de Cristo

Gálatas 1:7-9

No que hay otro, sino que hay algunos que os inquietan, y quieren pervertir el evangelio de Cristo. Mas aun si nosotros ó un ángel del cielo os anunciare otro evangelio del que os hemos anunciado, sea anatema. Como antes hemos dicho, también ahora decimos otra vez: Si alguno os anunciare otro evangelio del que habéis recibido, sea anatema.

Maldecir a mi familia me trae destrucción

Proverbios 20:20

El que maldice á su padre ó á su madre, Su lámpara será apagada en oscuridad tenebrosa.

Los seguidores de Jesús son conocidos por su habla; Maldecir es una clara señal de no conocer a Cristo

Mateo 26:73-74

Y un poco después llegaron los que estaban por allí, y dijeron á Pedro: Verdaderamente también tú eres de ellos, porque aun tu habla te hace manifiesto. Entonces comienzó á hacer imprecaciones, y á jurar, diciendo: No conozco al hombre. Y el gallo cantó luego.

A los que maldicen sus maldiciones les persiguen

1 Corintios 4:12

Y trabajamos, obrando con nuestras manos: nos maldicen, y bendecimos: padecemos persecución, y sufrimos.

Nuestro gran Dios maldice a los que intentan engañarlo

Malaquías 1:14

Maldito el engañoso, que tiene macho en su rebaño, y promete, y sacrifica lo dañado á Jehová: porque yo soy Gran Rey, dice Jehová de los ejércitos, y mi nombre es formidable entre las gentes.

Puedo elegir bendecir en lugar de maldecir

Lucas 6:27-28

Mas á vosotros los que oís, digo: Amad á vuestros enemigos, haced bien á los que os aborrecen; Bendecid á los que os maldicen, y orad por los que os calumnian.

El cielo no tiene maldiciones

Apocalipsis 22:3

Y no habrá más maldición; sino que el trono de Dios y del Cordero estará en ella, y sus siervos le servirán.