En Cristo, la promesa de Dios es siempre “Sí”, a lo que yo respondo, “Amén”.
Porque el Hijo de Dios, Jesucristo, que por nosotros ha sido entre vosotros predicado, por mí y Silvano y Timoteo, no ha sido Sí y No; mas ha sido Sí en él. Porque todas las promesas de Dios son en él Sí, y en él Amén, por nosotros á gloria de Dios.
del tema de Pensamiento Positivo