“Mejor es el pobre que anda en su integridad que el de labios perversos y necio”, aconseja el sabio rey Salomón (Proverbios 19: 1).
La integridad es un compromiso personal de hacer lo correcto sin importar qué. No cambia según las opiniones de los demás. No es susceptible de sobornos, amenazas o extorsión. Los íntegros siguen a Jesús dondequiera que él los lleve, tomando una decisión inquebrantable de aferrarse a lo que saben que es correcto.
Mi integridad permite a Dios cumplir sus promesas y bendecirme
Y si tú anduvieres delante de mí, como anduvo David tu padre, en integridad de corazón y en equidad, haciendo todas las cosas que yo te he mandado, y guardando mis estatutos y mis derechos, Yo afirmaré el trono de tu reino sobre Israel para siempre, como hablé á David tu padre, diciendo: No faltará de ti varón en el trono de Israel.
Integridad significa que honraré mi palabra
Mas sea vuestro hablar: Sí, sí; No, no; porque lo que es más de esto, de mal procede.
Mi integridad no se basa en mis circunstancias
Y Jehová dijo á Satán: ¿No has considerado á mi siervo Job, que no hay otro como él en la tierra, varón perfecto y recto, temeroso de Dios y apartado de mal, y que aun retiene su perfección, habiéndome tú incitado contra él, para que lo arruinara sin causa?
Mi integridad avergüenza a mis detractores
Mostrándote en todo por ejemplo de buenas obras; en doctrina haciendo ver integridad, gravedad, Palabra sana, é irreprensible; que el adversario se avergüence, no teniendo mal ninguno que decir de vosotros.
Mi integridad me permite confiar en la misericordia de Dios sin temer su juicio
Juzgame, oh Jehová, porque yo en mi integridad he andado: Confiado he asimismo en Jehová, no vacilaré. Yo empero andaré en mi integridad: Redímeme, y ten misericordia de mí.
Mi integridad afecta la forma en que Dios interactúa conmigo
Remuneróme por tanto Jehová conforme á mi justicia, Y conforme á mi limpieza delante de sus ojos. Con el bueno eres benigno, Y con el íntegro te muestras íntegro;
Me mantendré firme en mi integridad mientras espero la liberación de Dios
Guarda mi alma, y líbrame: No sea yo avergonzado, porque en ti confié. Integridad y rectitud me guarden; Porque en ti he esperado.
El reino de Dios se basa en su integridad
Mas al hijo: Tu trono, oh Dios, por el siglo del siglo; Vara de equidad la vara de tu reino; Has amado la justicia, y aborrecido la maldad; Por lo cual te ungió Dios, el Dios tuyo, Con óleo de alegría más que á tus compañeros.
La justicia y la integridad van de la mano
La justicia guarda al de perfecto camino: Mas la impiedad trastornará al pecador.
Vivir con integridad me da una conciencia tranquila
Entonces Pablo, poniendo los ojos en el concilio, dice: Varones hermanos, yo con toda buena conciencia he conversado delante de Dios hasta el día de hoy.