Bajo Construcción

por Heather Tietz y Joyverse

1 Corintios 6:19-20

¿O ignoráis que vuestro cuerpo es templo del Espíritu Santo, el cual está en vosotros, el cual tenéis de Dios, y que no sois vuestros? Porque comprados sois por precio: glorificad pues á Dios en vuestro cuerpo y en vuestro espíritu, los cuales son de Dios.

Dios no alquila: o es dueño de un espacio o no lo es.

Ha hecho una oferta para todos, ya sea que un cuerpo haya sido destruido y esté al borde de la ejecución hipotecaria o esté completamente renovado y cuidado meticulosamente.

Dios ha ofrecido más que el precio total por cada persona del planeta. Una vez que su Espíritu entra, Él comienza a hacer mejoras en su propiedad.

Restaura y renueva. Él se hace cargo de la seguridad, el control de plagas y las reparaciones de su hogar. Cada vida de sus hijos está en construcción. Él está allí con nosotros en el caos, trabajando para sacar algo bueno de todo. Él está ahí incluso cuando destruimos deliberadamente nuestra mente o nuestro cuerpo.

Pablo nos dice que nuestro cuerpo es el templo de Dios.

¿Cómo podemos ser buenos anfitriones para un huésped tan increíble? Él es infinito; nosotros finitos. Él es el Alfa y Omega, el Principio y el Fin; nosotros estamos literalmente hechos de polvo. Todo lo que podemos hacer es meditar en amar a Dios y reconocer que durante nuestra vida en la Tierra, seremos una obra en progreso.

Gloria a Dios: cada uno de sus hijos está en edificación.


Reflexión

¿Qué áreas de mi vida están actualmente bajo la edificación de Dios?


Plegaria

Querido Señor, gracias por hacerme tuyo. Aunque no soy nada sin ti, como hijo tuyo, tengo un valor infinito. Gracias por nunca rendirte conmigo. Continúa moldeándome a tu voluntad y para tu servicio. En el nombre de Jesús oro, Amén.