por Heather Tietz
Este es el día que hizo Jehová Nos gozaremos y alegraremos en él. Oh Jehová, salva ahora, te ruego: Oh Jehová, ruégote hagas prosperar ahora.
¡Las puertas del cielo están abiertas!
Estabas esperando, esperando. Derrumbado, tal vez, contra la pared del deseo, sabiendo que algo andaba mal, deseando probar un pasto más verde pero sin saber cómo llegar allí. Ahora. Aquí. Las puertas se han abierto de par en par.
Ya no estás aprisionado en el pecado, atrapado en tus adicciones, perdido en tu soledad, atormentado por la culpa, encadenado a repetir los mismos errores. El cielo está abierto a todo el mundo, a todos los que desean el regalo de Dios de Jesús.
Alabado sea el Señor. ¡Ha abierto la puerta!
Dios planeó el día especial en que Jesús fue resucitado y lo puso en Su itinerario mucho antes de que sucediera.
Él lo hizo para poder ofrecernos una vida plena, una vida próspera, una vida abundantemente llena de toda la bondad genuina que Él tiene; vida desbordante aquí en la Tierra y vida eterna.
Hoy y todos los días, sea lo que sea que esté bien o muy mal en nuestro mundo, podemos regocijarnos con esperanza. Dios tiene un plan para salvar a cualquiera que quiera ser salvo. Hay una puerta abierta en el cielo para nosotros.
¿Es posible ser próspero en formas que no involucren dinero? ¿Qué parte de mi vida es especialmente próspera?
Querido Dios, me regocijo en Tu bondad y en Tu amor. Gracias por hacer planes para mi salvación. Gracias por salvarme y brindarme una vida próspera mientras vivo aquí en la Tierra. Alabaré tu gloria por siempre. En el nombre de Jesús oro, Amén.