Solo Un Paso Más Cerca Del Cielo

por Heather Tietz

Isaías 25:8

Destruirá á la muerte para siempre; y enjugará el Señor toda lágrima de todos los rostros: y quitará la afrenta de su pueblo de toda la tierra: porque Jehová lo ha dicho.

Comenzamos la vida con 100 mil millones de neuronas en nuestro cerebro.

En algún momento al comienzo de nuestros veinte años, las neuronas comienzan a morir. A los treinta y cinco, nuestra capacidad pulmonar comienza a disminuir. Casi al mismo tiempo, la capacidad de nuestros riñones para filtrar las toxinas se ralentiza.

A los cuarenta, nuestro corazón no puede bombear sangre tan eficientemente como antes y, junto con eso, comenzamos a perder más músculo del que somos capaces de ganar. Parece que cuando finalmente llegamos a la cima de la Montaña del Crecimiento, comenzamos a descender nuevamente.

Sin embargo, hay formas de frenar el descenso, como descansar bien, movernos más y alimentar nuestras células con alimentos saludables.

Y está Dios.

Él es la cura definitiva para nuestro decaimiento porque ha convertido nuestro declive en un puente hacia el cielo. Ha convertido nuestros cuerpos agonizantes en cuerpos sanos, felices y eternos. Él hace de la muerte una puerta a la vida con Él.

Así que la próxima vez que te asombres de tus canas, piensa en cada una como un paso más cerca de Jesús.


Reflexión

¿Cómo mi fe en Dios afecta cómo me siento acerca de la muerte?


Plegaria

Querido Dios, ayúdame a aferrarme a Jesús: mi redentor, mi resurrección y mi vida. Gracias por enjugar mis lágrimas para siempre. En el nombre de Jesús oro, Amén.