por Pastor Ken
Y hacerte ha Jehová tu Dios abundar en toda obra de tus manos, en el fruto de tu vientre, en el fruto de tu bestia, y en el fruto de tu tierra, para bien: porque Jehová volverá á gozarse sobre ti para bien, de la manera que se gozó sobre tus padres.
Muchas cosas son más importantes que el dinero: el aire para respirar, la comida y la bebida, la salud, las relaciones que traen amor y amistad, las habilidades para trabajar y jugar, y la paz de conocer a Jesús como tu Salvador.
Dios sabe que necesitamos estas cosas. Es por eso que en el versículo de hoy Él promete suplirlas a todos, en abundancia, cuando honremos a Dios con la obra de nuestras manos.
Fuimos creados para tener una relación personal y profunda con Él. Cuando nos volvemos uno con Dios a través de Jesús, disfrutamos de una prosperidad inimaginable; una prosperidad que suple nuestras necesidades materiales, proporciona felicidad y paz, y nos bendice con una vida que conoce la verdadera alegría.
Eso no significa que no habrá dificultades. Cuando enfrentes situaciones difíciles, reclama la promesa de hoy. Repasa Deuteronomio 30. Lee el versículo completo en su contexto y aplícalo a tu vida. Pero nunca dejes de confiar en Dios.
Cuando lo honres con todo tu ser, con toda tu vida, verás que sus promesas son siempre verdaderas.
¿Qué dice el versículo de hoy acerca de lo que significa ser verdaderamente próspero? ¿Cómo sería un plan maestro para mi vida según estas Palabras de Dios?
Querido y amoroso Señor, ¡Qué maravilloso eres! ¡Ayúdame a recordar alabarte y agradecerte por tus bendiciones! Por favor, continúa “regocijándote por mí para bien” todos los días de mi vida. En el nombre de Jesús oro, Amén.