por Pastor Ken
Porque de tal manera amó Dios al mundo, que ha dado á su Hijo unigénito, para que todo aquel que en él cree, no se pierda, mas tenga vida eterna. Porque no envió Dios á su Hijo al mundo, para que condene al mundo, mas para que el mundo sea salvo por él.
Juan 3:16 es el versículo más citado de la Biblia.
Resume con elocuencia todo el mensaje de la Biblia. Sin embargo, es imposible comprender la intensidad del amor de Dios — sin importar cuántas veces digamos o leamos el versículo. Solo cuando nos permitimos sumergirnos en el amor de Dios, comenzamos a comprender el mensaje.
Como observó Agustín hace más de mil quinientos años, “Dios nos ama a cada uno de nosotros como si hubiera únicamente uno de nosotros”.
Cuando miro hacia atrás a todas las formas en que Dios ha demostrado su amor por mí desde que lo acepté como mi Salvador cuando tenía solo diez años, me siento humilde y asombrado al pensar en cuán grande es su amor por mí. Si tú también tomas unos momentos para pensar en todo lo que Dios ha hecho por ti, te sentirás igualmente humilde y asombrado por el Dios santo y maravilloso que llamamos Padre.
No importa qué tormenta enfrentas en tu vida, necesitas saber que Dios realmente te ama.
C. S. Lewis, erudito y apologista del siglo XX, dijo: “Aunque nuestros sentimientos van y vienen, el amor de Dios por nosotros no”.
¿Creo que Jesucristo murió en la cruz para quitar mis pecados? ¿Creo que Dios me ama incondicionalmente? ¿Por qué sí o por qué no? Me tomaré unos minutos para escribir todas las formas en que Dios ha expresado su amor por mí últimamente.
Señor celestial, gracias por el milagro de tu amor incondicional. Gracias por cubrir mi vida con la gracia salvadora de la sangre sacrificial de Jesús. Dame un corazón agradecido y hazme siempre consciente de quién eres. En el hermoso nombre de Jesús oro, Amén.