Al final de mi cuarto embarazo, un día salí de casa con dos zapatos diferentes, uno negro y otro azul marino.

¡Sentí que tenía un letrero de neón parpadeante apuntando a mis pies! Estoy segura de que algunas personas se dieron cuenta, pero estoy igualmente segura de que la cantidad de personas que se dieron cuenta fue mucho menor que la cantidad de personas que no lo hicieron.

Después de todo, ¿qué me hace tan especial como para que la gente mire mis pies?

Si me miraron, espero que mi sonrisa y mi actitud hayan sido más obvias que mis zapatos no combinados y el hecho de que estaba “a punto de reventar”.

¿Qué ven las personas cuando te miran?

¿Ven ira o alegría? ¿Ven a alguien que mira el bien en las personas o a un pesimista habitual? ¿Ven ojos llenos de compasión u ojos que miran con recelo para ver si alguien realmente merece la ayuda que está pidiendo? ¿Ven a alguien vestido con la armadura de Dios o alguien vestido con justicia propia que los juzga?

Sé uno con Jesús. Vive como Él. Ama como Él. Serve como Él.

Nuestras vidas en la tierra son cortas y finitas. Es cómo usamos el tiempo que se nos da lo que cuenta.