Una motocicleta, clases de cerámica, una piscina y un vigoroso régimen de ejercicio son solo algunas de las cosas a las que Linda recurrió en un esfuerzo por encontrar satisfacción y alegría en su vida.

Ninguna de esas cosas era mala, en sí misma, pero todas se quedaron cortas.

¿Por qué?

Porque Linda estaba buscando un girasol en un maizal. Ella pensó que podía encontrar significado, “salvación”, en las cosas. Pero esas cosas no lograron traerle la satisfacción y la realización que anhelaba.

Dado que cada uno de nosotros fue creado a imagen de Dios, tenemos dentro de nosotros un deseo innato de estar en paz y estar en un estado de plenitud, de sentirnos completos como Dios.

Pero ¿cómo “conseguimos” esas cosas?

Adoptando nuestra semejanza a Dios, ¡así es cómo! Cuando abrimos nuestros corazones, almas y mentes a la verdad de que Jesús es el camino, la verdad y la vida y el único camino a la salvación, podemos dejar de buscar esa única cosa que completa nuestra vida, ¡porque la hemos encontrado! Podemos dejar de buscar y empezar a vivir.