Abrir y Cerrar

por Darla Noble

Proverbios 18:20-21

Del fruto de la boca del hombre se hartará su vientre; Hartaráse del producto de sus labios. La muerte y la vida están en poder de la lengua; Y el que la ama comerá de sus frutos.

Recomiendo encarecidamente el libro “Keep It Shut” de Karen Ehman.

Contiene una sección sobre cómo asegurarse de que sus palabras honren siempre a Dios. Ehman dice que la clave es asegurarse de que pasemos tanto o más tiempo hablando con Dios en oración y leyendo la Palabra de Dios que el que pasamos hablando y escuchando a los demás.

Ella dice que cuando Dios es Aquel con quien pasamos la mayor parte del tiempo hablando, Él se convertirá en Aquel a quien más queremos complacer, Aquel cuya opinión sobre nosotros importa más.

¡Guau! ¡Habla sobre un momento “ah-ha”! Este sabio consejo es tan obvio, pero tan fácil de pasar por alto. Cuando pasamos tiempo hablando y escuchando a Dios a través de la oración, leyendo y estudiando la Biblia, cantando canciones de alabanza, disfrutando la belleza de la creación y disfrutando los talentos y habilidades que Dios nos dio en formas que lo honran, nos acercamos más y más a Él.

El versículo de hoy es para nuestra vida espiritual lo que el dicho “eres lo que comes” es para nuestro cuerpo físico.

Tenga en cuenta lo que permite en su mente, porque va directo a su corazón antes de salir volando de su boca.


Reflexión

¿Cómo honraré a Dios con mis palabras hoy?


Plegaria

Querido Señor, llena mi mente y mi corazón solo con aquellas palabras que te honren. Que mis palabras sean edificantes, alentadoras y llenas de amor y gracia. Cuando les hable a Tus hijos, por favor haz que escuchen más de Ti y menos de mí. En el nombre de Jesús oro, Amén.