La impaciencia del rey Saúl le costó un legado real (1 Samuel 13: 13-14). La impaciencia del rey David le costó la vida a Uza (2 Samuel 6: 1-9). Aunque la palabra “impaciencia” rara vez aparece en la Biblia, temas sobre ansiedad, exasperación, impaciencia e impulsividad se entretejen a lo largo de las Escrituras.
El consejo de Jesús es claro: no se inquieten por nada. Busca a Dios primero y ten la seguridad de que él te proporcionará todo lo que necesitas en el momento adecuado (Mateo 6: 25-34).
Dios comprende la impaciencia de la humanidad y aconseja tener control
Aunque la visión tardará aún por tiempo, mas al fin hablará, y no mentirá: aunque se tardare, espéralo, que sin duda vendrá; no tardará.
La impaciencia a menudo ocurre cuando las cosas no salen como quiero
¿Hablo yo á algún hombre? Y ¿por qué no se ha de angustiar mi espíritu?
No permitas que la impaciencia por las cosas terrenales te robe el tiempo con Dios
No os congojéis pues, diciendo: ¿Qué comeremos, ó qué beberemos, ó con qué nos cubriremos? Porque los Gentiles buscan todas estas cosas: que vuestro Padre celestial sabe que de todas estas cosas habéis menester. Mas buscad primeramente el reino de Dios y su justicia, y todas estas cosas os serán añadidas. Así que, no os congojéis por el día de mañana; que el día de mañana traerá su fatiga: basta al día su afán.
Dios escucha mis oraciones impacientes
No me desampares, oh Jehová: Dios mío, no te alejes de mí. Apresúrate á ayudarme, Oh Señor, mi salud.
Cuando Jesús me llame, correré hacia Él
Y como vino á aquel lugar Jesús, mirando, le vió, y díjole: Zaqueo, date priesa, desciende, porque hoy es necesario que pose en tu casa. Entonces él descendió apriesa, y le recibió gozoso.
La impaciencia no tiene sentido; hay un momento para todo
Para todas las cosas hay sazón, y todo lo que se quiere debajo del cielo, tiene su tiempo.
Nuestra impaciencia con Dios contrasta con su paciencia con nosotros
El Señor no tarda su promesa, como algunos la tienen por tardanza; sino que es paciente para con nosotros, no queriendo que ninguno perezca, sino que todos procedan al arrepentimiento.
La impaciencia es costosa
Los pensamientos del solícito ciertamente van á abundancia; Mas todo presuroso, indefectiblemente á pobreza.
No debo estar impaciente para que Dios cumpla sus promesas
Porque la paciencia os es necesaria; para que, habiendo hecho la voluntad de Dios, obtengáis la promesa. Porque aun un poquito, Y el que ha de venir vendrá, y no tardará.
La impaciencia me puede llevar a pecar
También la persona que jurare, pronunciando con sus labios hacer mal ó bien, en cualesquiera cosas que el hombre profiere con juramento, y él no lo conociere; si después lo entiende, será culpado en una de estas cosas. Y será que cuando pecare en alguna de estas cosas, confesará aquello en que pecó.
La impaciencia puede llevar a decir cosas de las que me arrepienta
No te des priesa con tu boca, ni tu corazón se apresure á proferir palabra delante de Dios; porque Dios está en el cielo, y tú sobre la tierra: por tanto, sean pocas tus palabras.