Postrado Y Salvado

por Brenda Kis

Salmos 116:5-6

Clemente es Jehová y justo; Sí, misericordioso es nuestro Dios. Jehová guarda á los sinceros: Estaba yo postrado, y salvóme.

Después de vomitar violentamente durante semanas, finalmente llamé al médico.

Mientras me interrogaba, le mencioné que las vitaminas prenatales que me había recetado y de las que me había dado muestras eran diferentes a las que me había vendido el farmaceuta. Entonces descubrimos la terrible realidad. ¡El farmaceuta me había dado un medicamento para la artritis!

“Este medicamento se probó en ratas”, anunció el médico, “y se descubrió que causaba deformidades en sus crías”.

Aturdida, comencé a sollozar. ¿Qué le pasaría a mi bebé? Me esperaban siete largos meses antes de que viera los resultados de semanas de ingerir estos poderosos químicos.

Aferrada al volante de camino a casa, le dije a Dios que tenía mi consentimiento para hacer lo que creyera mejor. De inmediato mi alma se inundó de paz.

Llegó el día cuando nuestro hijo perfectamente formado hizo su aparición.

A medida que pasaron los años, lo vimos terminar la escuela secundaria antes de tiempo y luego completar un doctorado al inicio de sus veinte años. Hoy se desempeña como profesor universitario.

Pero su historia no es el milagro.

El milagro sucedió en mí durante la larga jornada de meses de embarazo cuando elegí creer que cualquier cosa que sucediera estaba bien para mí, porque sé quién es Dios y he aprendido a confiar en sus decisiones para mi vida. Hoy, ese mismo milagro de paz también puede ser tuyo.


Reflexión

Cuando lucho con la desesperación o el miedo, ¿cómo puedo recordar que el Dios que me formó quiere protegerme?


Plegaria

Señor del cielo, por favor ayúdame a estar en paz, sin importar lo que enfrente, porque eres clemente, justo y misericordioso. Mi vida está en tus manos. En el nombre de Jesús oro, Amén.