En el año 2012, Psychological Science publicó un estudio sobre cómo se reduce el estrés al sonreír, incluso con sonrisas forzadas y falsas.

El estudio demostró que las personas pueden incitar sentimientos positivos en sí mismas por lo que hacen con los músculos de la boca, ¡incluso si esos músculos simplemente se fuerzan hacia arriba con palillos!

Si una sonrisa falsa puede mejorar nuestros sentimientos, considere qué mayor bien puede venir de proclamar la verdad de Dios, incluso cuando no tengamos ganas.

Si reunimos la fuerza para cantar alabanzas a Dios, declarar nuestras acciones de gracias o recitar las palabras de Jesús a lo largo de nuestro día, Josué 1:8 dice que nuestro día será exitoso.

La ley de Dios, sus caminos de amor, dirigirán nuestras elecciones y estabilizarán nuestros sentimientos. Seguir a Dios finalmente abrirá las puertas por las que debemos caminar y nos dará paz cuando las puertas a las que llamamos no se abran en absoluto.

Tal vez meditar en la ley de amor de Jesús es como poner un bocado de ensalada en la boca. A veces eso realmente da en el clavo dietético, a veces simplemente no estamos de humor. Pero esos bocados nutritivos bajan igual.

Toda la bondad que masticamos, todos los nutrientes que tragamos, nos nutren y nos permiten vivir de tal manera que llene nuestras vidas con todas las cosas buenas que Dios quiere que tengamos.

Habla bondad; habla esperanza; habla amor. Deja que tus palabras alimenten tu corazón.