por Heather Tietz
Porque tuve vergüenza de pedir al rey tropa y gente de á caballo que nos defendiesen del enemigo en el camino: porque habíamos hablado al rey, diciendo: La mano de nuestro Dios es para bien sobre todos los que le buscan; mas su fortaleza y su furor sobre todos los que le dejan.
Antes de la época de Jesús, y del dominio romano, viajar a pie era inseguro. Las carreteras normalmente no estaban protegidas. La ley no se hacía cumplir y los bandidos eran algo común.
En el período previo al versículo de hoy, Esdras se está preparando para viajar de Babilonia a Jerusalén, llevando consigo el tesoro para el templo de Dios: 30 platos de oro,1000 platos de plata y múltiples utensilios.
Con el permiso del rey, 220 sirvientes del templo, unos cuarenta sacerdotes levitas y las oraciones del pueblo de Dios, Esdras emprendió su viaje. No llevaba consigo ninguna protección militar, simplemente el ayuno y las oraciones del pueblo de Dios. Después de varios meses de viaje, el tesoro del templo llegó sano y salvo.
Dios fue suficiente.
Dios protege a su pueblo a su manera. Cuando el ejército de Faraón se dispuso a detener a los israelitas que huían, Dios los detuvo con una nube y luego los barrió con las aguas del Mar Rojo.
Más tarde, una tormenta inesperada atascó las ruedas de los carruajes de los cananeos en el barro. Dios derribó también los fuertes muros de Jericó después de siete días de marchar alrededor de ellos y cegó al ejército sirio a petición de Eliseo.
Al igual que Esdras, no necesitamos una escolta militar. Nuestro Dios tiene todas las herramientas de salvación en sus manos. ¡Él es suficiente!
¿De qué estoy más temeroso? ¿Puedo decir verdaderamente: “Dios es mi Salvador? ¿Él es mi protector?” ¿Por qué sí o por qué no?
Querido Dios, protégeme de los problemas que enfrentaré hoy. Ayúdame a recordar poner toda mi fe y toda mi confianza en Ti. Eres más que suficiente para mí. En el nombre de Jesús oro, Amén.