En Yugo Con Jesús

por Heather Tietz

Mateo 11:29

Llevad mi yugo sobre vosotros, y aprended de mí, que soy manso y humilde de corazón; y hallaréis descanso para vuestras almas.

Desde la antigüedad, los yugos han unido animales fuertes y trabajadores.

Aunque un yugo lo podían usar individualmente un buey, un burro, una vaca o una mula, los yugos se usaban con mayor frecuencia en pares. Juntos, los animales podían tirar de arados a través de campos secos o remolcar cargas pesadas.

Aquí, parece que Jesús se está refiriendo a sí mismo no como el agricultor que pone un yugo sobre su siervo voluntario, sino como el animal fuerte que nos pide que participemos en su obra. “Llevad mi yugo sobre vosotros”, dice. “Andemos juntos. Camina por donde yo ando. Aprende de mí. Juntos lograremos el propósito de Dios”.

Llevar el yugo con Dios es la definición de la vida cristiana. Es un trabajo de dos personas.

Si llevamos sobre nosotros el yugo de Jesús, si nos convertimos en sus discípulos, entonces un experto nos estará guiando. Los campos que aramos sin duda darán excelente cosecha. Las piedras que extraigamos edificarán hogares celestiales. Aunque caminemos por desiertos secos, como los israelitas, o nos escondamos en la maleza, como el joven David, no estamos solos. Si le permitimos, Jesús caminará junto a nosotros. Puede convertir los caminos del desierto en Tierras Prometidas y el peregrinaje sin hogar en caminos hacia un palacio.

Mantente unido a Jesús. Manténte en comunicación abierta. Escucha su Palabra. Habla con Él a lo largo de tu día, y el camino que Él recorre contigo finalmente te guiará al descanso.


Reflexión

¿A qué otras cosas de la vida me siento atado? ¿Hacia dónde me llevan?


Plegaria

Sí, querido Señor, quiero unirme a ti hoy. Dirige todos mis pasos. Por favor, ayúdame a ver que tú me estás guiando. En el nombre de Jesús oro, Amén.