Brazos Astronómicos

por Heather Tietz

1 Juan 4:18

En amor no hay temor; mas el perfecto amor echa fuera el temor: porque el temor tiene pena. De donde el que teme, no está perfecto en el amor.

El útero es un lugar increíble para el feto.

Es oscuro y cálido y está inundado de sonidos relajantes. Incluso antes de nacer, los bebés aprenden que el consuelo proviene de un abrazo cálido y fuerte. Fuera, en el mundo real, una manta holgada, un ruido estridente o un viento frío les hace clamar por la seguridad de unos brazos amorosos.

¡Nunca superaremos eso!

Dios tiene brazos astronómicos. Si alguna vez hubo un refugio seguro, es en Él.

Tiene un gran plan amoroso. Como toda buena historia, incluye intriga, aventuras, escenas de acantilados y escenas aceleradas, pero debemos confiar en que todo está bien, incluso las partes aterradoras.

Debemos creer que Dios es el autor de nuestras vidas, nuestro Creador y nuestro Médico. Él es más inteligente y más cariñoso que nosotros. Podemos confiarle nuestras enfermedades, nuestros trabajos, nuestros hijos descarriados y nuestro mañana incierto.

Captar el amor perfecto de Dios por nosotros elimina el miedo, como los brazos de un gran y amoroso padre. Somos bendecidos porque siempre podemos estar en los brazos de nuestro Padre Celestial.


Reflexión

¿A qué cosas temo? Las escribiré y luego se las daré a Dios, pidiéndole que expulse mi temor y lo reemplace con amor.


Plegaria

Dios misericordioso, ¡cómo me amas! Por favor lléname con tu presencia, echando fuera todo temor y transformándolo en amor y tu perfecta paz. Abrázame en tus brazos amorosos y nunca me dejes ir. En el dulce nombre de Jesús oro, Amén.