¿Puedes pensar en un libro o una película que hayas disfrutado y que no haya tenido absolutamente ningún conflicto? ¿Donde el Sr. y la Sra. Jones vivieron sus vidas sin problemas, consiguieron todo lo que querían y no enfrentaron ningún obstáculo?

Tal vez puedas, pero probablemente no fue una muy buena historia. Sin nada que los desafíe, los personajes nunca necesitan crecer. Nuestra respuesta a la oposición nos define y nos refina.

La mayoría de las buenas historias requieren dos elementos: un deseo por algo y algún tipo de oposición para lograrlo. Una historia realmente se vuelve interesante cuando los personajes salen de sus zonas de confort y se enfrentan a los desafíos.

Así es con la historia de tu vida y la mía.

Vivimos la vida deseando cosas: amor, propósito, estabilidad. Pero enfrentamos oposición para lograr estos deseos. Soportamos relaciones desafiantes, luchamos por superar las heridas del pasado, a veces incluso nos oponemos a nosotros mismos, convirtiéndonos en nuestro peor enemigo cuando se trata de lograr las cosas que deseamos.

Toda historia necesita un héroe; alguien que ayuda a hacer posible el éxito. Al buscar las cosas que deseas, puedes caer, pero Jesús te ayudará a levantarte. Él puede superar cualquier desafío.

Puede que te enfrentes a la oscuridad, pero Dios iluminará el camino.