El versículo de hoy es parte de una oración que Pablo escribió a los miembros de la iglesia de Éfeso.

Es una oración poderosa, una que todos deberíamos hacer por nuestros hermanos y hermanas en Cristo.

Las “riquezas de su gloria” es el criterio por el cual Dios te da sus bendiciones. Estas son los recursos ilimitados disponibles para ti como hijo de Dios.

Pablo dice que no quiere que estés satisfecho con ser un cristiano nominal (si es que existe tal cosa). Quiere que disfrutes de la abundante gracia de Dios.

Verás, cada persona se mide según su propia limitada manera de medir, pero Dios mide según sus ilimitadas riquezas y gloria. Entonces, cuando te abres a ver las cosas desde la perspectiva de Dios, tu vida espiritual se vuelve más intensa y se magnifica. Cuando eso sucede, tu persona interior se vuelve una con Cristo, y las riquezas y la gloria que son suyas te serán dadas.

Cuando tu vida interior se torna como la vida de Jesús, por donde quiera que vayas influenciarás a las personas de una manera tal que sus vidas cambiarán. Esencialmente te convertirás en las manos y en los pies de Jesús, mostrando sus gloriosas riquezas en el lugar que te encuentres.