por Darla Noble
En aquel tiempo, respondiendo Jesús, dijo: Te alabo, Padre, Señor del cielo y de la tierra, que hayas escondido estas cosas de los sabios y de los entendidos, y las hayas revelado á los niños. Así, Padre, pues que así agradó en tus ojos.
Los misioneros que viajan a países del tercer mundo enfrentan feroces batallas espirituales contra el vudú, los curanderos y otras prácticas satánicas.
Si bien estas cosas también existen en las sociedades más contemporáneas, son mucho más frecuentes entre la población general de las áreas menos desarrolladas del mundo. Pero debido a que el contraste entre Dios y el mal es tan obvio, aquellos que aceptan la gracia salvadora de Jesús la abrazan con todo su mente, alma y corazón.
Aquellos que ven a Jesús en estos misioneros, que escuchan la predicación de la Palabra y que experimentan el poder de Dios en sus vidas, se entregan completamente a Cristo. Arrepentidos se despojan del pasado y estan listos para el servicio. No intentan explicar las cosas con ciencia o coincidencia. Toman a Jesús y su palabra y confían en que su palabra es verdaderamente buena.
No dejes que la inteligencia, el orgullo o la sabiduría convencional te aleje de Cristo. observa el contraste entre el bien y el mal y elige el bien.
¿De qué manera estoy permitiendo que el orgullo o la “sabiduría” de este mundo me impidan comprometerme por completo con el Señor? ¿Qué haré esta semana para cambiar esto?
Querido Dios, por favor quita de mi vida los obstáculos que me impiden ser plena y completamente tuyo. Permíteme estar abierto y receptivo a tu Palabra y a tu voluntad para mi vida. En el nombre de Jesús oro, Amén.