por Darla Noble
Formó, pues, Jehová Dios al hombre del polvo de la tierra, y alentó en su nariz soplo de vida; y fué el hombre en alma viviente.
Si te gusta la carpintería, la costura, la decoración de pasteles, la pintura o alguna otra forma de arte o artesanía, sabes lo que significa experimentar la sensación de satisfacción y logro cuando te detienes a contemplar lo que has hecho.
Los artesanos y los artistas protegen sus creaciones. Nadie quiere que algo por lo que han trabajado tan arduamente sea mal utilizado o desapreciado.
Lo mismo ocurre con Dios cuando se trata de ti.
Eres creación, hechura y una obra maestra de Él. Le rompe el corazón ver que te maltraten o no te aprecien, especialmente si te menosprecias a ti mismo o usas mal tu propio cuerpo.
Dios estampó en cada ser humano su imagen. Así que ahora, en Cristo, puedes alabar y glorificar a tu Creador.
¿Cómo?
Reparte con soltura Sus inimaginables y abundantes bendiciones. Sé feliz: Dios te ha confiado que reflejes hoy la mejor imagen de Él a los demás. Aprecia a otros como obras maestras de Él. No te cuesta nada animar a otro hijo de Dios, diciéndole “¡Eres grandioso!” o “¡Eres especial!”
Dios te formó. Él te hizo. Él te creó con un propósito. ¡Celebra hoy su creación! Canta a Dios por crear al solo y único, al hermoso y asombroso tú.
¿Cómo revelan mi carácter las cosas creadas por mí? ¿Cómo revelo yo, como creación de Dios, su carácter al mundo?
Querido Señor, por favor dame la sabiduría para apreciar la belleza de tu creación. Ayúdame a ver la belleza en mí mismo, ya que tú también me has creado. En el nombre de Jesús oro, Amén.