Charles “Chuck” Feeney nació en 1931 en el apogeo de la Gran Depresión de Estados Unidos.

Su familia no era rica — el joven Feeney hacía trabajos ocasionales para los vecinos para ganar algo de dinero — pero sus padres eran generosos, siempre dispuestos a ayudar a quien lo necesitara.

Después de un período en el Ejército de EE. UU. durante la Guerra de Corea, Feeney fundó Duty-Free Shoppers con un amigo que conoció en la Universidad de Cornell. La compañía fue un éxito rotundo que convirtió a sus dueños en multimillonarios.

Inspirado por las opiniones de Carnegie de que el mejor uso de la riqueza era ayudar a los demás, Feeney decidió ayudar a los menos afortunados.

Como fundador de The Atlantic Philanthropies, ha donado más de $6.3 mil millones. Su fundación apoya una amplia gama de proyectos educativos, científicos y de derechos civiles en varios países, todos con el objetivo de mejorar la vida de las personas.

El objetivo de Feeney es regalar toda su fortuna. “Quiero que el último cheque que escriba rebote”, declara. Cuando se le preguntó, “¿Cómo te vuelves millonario?” una vez respondió: “Conviértete en multimillonario primero”.

Como cristianos, tenemos acceso al mayor tesoro conocido por la humanidad: la vida eterna por medio de nuestro Señor Jesucristo. Muchos acumulan ese tesoro y se lo guardan todo para ellos.

Sin embargo, Dios nos anima a gastarlo libremente, enriqueciendo al mundo con las Buenas Nuevas de Jesús.