Los Nueve Siguen Al Uno

por John Michalak

Éxodo 20:1-3

Y HABLO Dios todas estas palabras, diciendo: Yo soy JEHOVA tu Dios, que te saqué de la tierra de Egipto, de casa de siervos. No tendrás dioses ajenos delante de mí.

No es fácil hacer chuza cuando se juega a los bolos.

El amateur hará rodar su bola por el carril y asumirá que es tan fácil como derribar algunas fichas de dominó. Pero, debido al peso y la ubicación de cada bolo, la única forma confiable de derribar todos los bolos es apuntar al primer bolo que encabeza. En la mayoría de los casos, los otros nueve caerán solo después de que golpees al primero.

Los Diez Mandamientos de Dios siguen una regla similar.

Nos cuesta honrar a nuestro padre y a nuestra madre. Codiciamos las cosas de nuestro prójimo. Puede que no robemos autos, pero robamos tiempo, holgazaneando en el trabajo. Puede que no cometamos adulterio, pero luchamos con la lujuria. Puede que no asesinemos, pero albergamos odio hacia aquellos que nos han lastimado.

La razón por la que fallamos en derribar estos bolos es porque no nos enfocamos primero en el bolo de la cabeza — no teniendo a otros dioses ante el Señor Todopoderoso. Rompemos los otros mandamientos porque servimos a otros dioses: materialismo, lujuria, orgullo, actitud implacable.

Solo si primero enfocamos nuestro corazón en servir a Dios por encima de todas las demás cosas, encontraremos que los otros mandamientos se alinean.

El Señor nuestro Dios es el Número Uno. Concéntrate en el Uno, y los otros nueve le seguirán.


Reflexión

¿Cómo puede ayudarme el tener a Jesús en mi corazón a poner siempre a Dios primero cuando lucho con el materialismo, el orgullo y los pensamientos críticos?


Plegaria

Querido Señor, por favor ayúdame a caminar contigo en cada momento de mi vida. Siéntate en el trono de mi corazón y sé mi Rey para siempre. Prometo adorarte solo a ti. Oro en el nombre de Jesús, Amén.