por Darla Noble
Así ha dicho Jehová que la hizo, Jehová que la formó para afirmarla; Jehová es su nombre: Clama á mí, y te responderé, y te enseñaré cosas grandes y dificultosas que tú no sabes.
Para hacer un pastel, sigues una receta.
Para ver mejor, vas al oftalmólogo.
Para obtener ayuda con el dinero, buscas a un profesional financiero con experiencia.
Entonces, ¿por qué nos cuesta tanto ir directamente a la fuente cuando se trata de saber qué es lo mejor para nosotros?
Dios, quien nos creó, tiene respuestas a las preguntas sobre quiénes somos y para qué fuimos creados. Él nos creó para propósitos específicos. Pero a menos que le pidas a Dios que te muestre quién eres realmente y permitas que te dirija a lo largo del viaje que tu vida debe ser, eso no sucederá. Serás como alguien que contrata a un tutor de matemáticas para que te ayude a comprender el idioma francés.
Para muchas personas en un mundo donde la autoaceptación, el autodescubrimiento, la autoestima y la confianza en uno mismo son tan esquivos como el final de un arcoíris, tiene sentido depositar tu confianza en Aquel que tiene todas las respuestas a las preguntas que te haces sobre quién eres y qué te hace tan especial.
El versículo de hoy nos dice que Dios quiere mostrarnos y decirnos cosas asombrosas y maravillosas. Sólo tenemos que preguntar.
¿Con qué frecuencia lucho con las cosas grandes y difíciles que Dios me muestra?
Querido Señor, clamo a tí para obtener respuestas a preguntas que ni siquiera sé cómo formular. Por favor muéstrame lo que tienes en mente para mi vida. Dame fe y confianza para seguir dondequiera que tú me guíes. En el nombre de Jesús oro, amén.