por Sam
¿No has sabido, no has oído que el Dios del siglo es Jehová, el cual crió los términos de la tierra? No se trabaja, ni se fatiga con cansancio, y su entendimiento no hay quien lo alcance. El da esfuerzo al cansado, y multiplica las fuerzas al que no tiene ningunas.
Las porristas, los entrenadores y los patrocinadores alientan a las personas a seguir adelante, incluso cuando se cometen errores.
Los entrenadores capacitan a las personas, ayudándolas a alcanzar niveles más altos de excelencia. Los patrocinadores brindan estrategias para dejar los comportamientos adictivos, además de escuchar y alentar a las personas a tomar mejores decisiones en la vida. Sin embargo, los humanos están limitados respecto a cuánto tiempo pueden escuchar o con qué frecuencia pueden estar físicamente presentes. Incluso la sabiduría de nuestro consejo tiene límites. Pero Dios no tiene límites.
Dios constantemente nos da vida y nos envía ayuda para combatir la tentación. Él nunca se dará por vencido con nosotros. Conoce todas las rutas posibles que podríamos tomar. Él envía ánimo en el momento justo.
Dios da fuerza a los débiles. Nosotros, de nuestra propia naturaleza pecaminosa, podemos hacer muy poco más que clamar a Dios por ayuda. Cuando clamamos con fe y creemos, Dios intervendrá y peleará nuestras batallas con nosotros y por nosotros. Él nos da poder para resistir la tentación. Él nos da la fuerza para superar nuestras deficiencias. Él te dará todo lo que necesitas para ser victorioso sobre el pecado.
Dios quiere ser tu animador, entrenador y patrocinador. Todo lo que necesita es que se lo permitas.
Pide su estímulo divino hoy.
¿Cuáles son algunas áreas en las que quiero que el poder de Dios venza hoy? ¿Cuáles son algunos problemas con los que necesito la ayuda de Dios hoy?
Señor que estás en los cielos, sé mi entrenador, patrocinador y animador. Envíame fuerza para vencer mis hábitos pecaminosos. Dame sabiduría y consejo para saber afrontar las situaciones de hoy. Y por favor envíame ánimos para seguir adelante. En el nombre de Jesús oro, Amén.