por John Michalak
Y dijeron los apóstoles al Señor: Auméntanos la fe. Entonces el Señor dijo: Si tuvieseis fe como un grano de mostaza, diréis á este sicómoro: Desarráigate, y plántate en el mar; y os obedecerá.
La mayoría ha dicho esto más de una vez:
¡Ojalá tuviera más fe!
Este fue el grito de los discípulos. ¿No podría Jesús darles más fe; más fuerza para creer? Pero… ¿en realidad era el meollo del asunto sobre tener más fe o sobre el tipo de fe que obtuvieron al principio?
Cuando Jesús dice que la fe más pequeña puede enviar grandes árboles al mar, habla más de calidad que de cantidad. Él está diciendo que cuando pedimos, “Auméntanos la fe”, es muy posible que no tengamos ninguna fe verdadera. Porque la cantidad más pequeña de verdadera fe en Dios puede lograr cualquier cosa.
Entonces, el ruego que debemos hacer no es, “Aumenta nuestra fe”. Si no, “¿Realmente estoy creyendo?”
La verdadera convicción en Dios proviene del desarrollo de una relación íntima con Él. Esto involucra permanecer cerca de su Palabra, haciendo que tus oraciones tengan tanto que ver con conectarte con Él como con cumplir su voluntad. Viene de tener presente las montañas que Dios ya ha movido en tu vida.
¿Realmente crees? Si no, entonces puedes comenzar a confiar en Dios nuevamente. Empieza de a poco. Empieza hoy. Entrega tu vida a Él para que te guíe. Ahí es donde comienza la verdadera fe.
¿Cuáles son algunas áreas en las que mi fe en Dios puede faltar? ¿Cómo buscaré nuevamente a Dios? ¿Cómo puedo caminar en novedad de fe?
Querido Señor, por favor muéstrame las áreas en las que necesito confiar más plenamente en ti. Muéstrame cómo volver a confiar en ti. Por favor aumenta mi fe. Haz que las semillas de fe que tengo germinen y crezcan para tu gloria. En el nombre de Jesús oro, Amén.