por Darla Noble
Y tal confianza tenemos por Cristo para con Dios: No que seamos suficientes de nosotros mismos para pensar algo como de nosotros mismos, sino que nuestra suficiencia es de Dios.
Sé muy bien que Dios es la fuente de energía en mi vida.
Todo lo que tengo y todo lo que hago es gracias a él.
Por ejemplo, mi equipo de médicos me ha dicho que estoy vivo solo porque Dios decidió que no era hora de que muriera. Pero no ha sido fácil. He tenido que trabajar duro para abrirme paso hasta poder hacer las tareas más simples.
Durante más de un año, fue una lucha levantarme todas las mañanas y alistarme, y luego tratar de hacer algo con mi día. Pero lo hice, y las cosas eventualmente mejoraron, mejoraron hasta el punto de mi nueva normalidad.
Cuando pienso en lo duro que trabajé, sé que tuve éxito solo porque Dios me dio la fuerza para lograrlo. También estoy más que agradecido de no tener que trabajar tan arduo para tener mi hogar en el cielo. Nada de lo que pudiera hacer sería suficiente para eso. Solo mi obediencia fiel y la gracia de Dios es suficiente para hacer del cielo mi hogar eterno.
Si bien debemos ser proactivos en nuestra fe y debemos esforzarnos por vivir en obediencia a Dios, nunca olvidemos que nuestras obras son expresiones de gratitud, no un precio de compra para la salvación.
¡Dios es la fuente de nuestra salvación!
¿Cómo puedo volverme más dependiente del poder de Dios y menos dependiente de mí mismo?
Querido Dios, no soy nada sin ti. Gracias por tu fuerza y sabiduría que guía mi vida. En el nombre de Jesús oro, Amén.