por Pastor Ken
Medita estas cosas; ocúpate en ellas; para que tu aprovechamiento sea manifiesto á todos.
El crecimiento espiritual constante es esencial para tu relación con Dios.
Sin crecimiento, se produce el estancamiento. De la misma manera que las plantas y los niños crecen consistentemente, mostrando un progreso notable, cada nuevo día ofrece una nueva oportunidad para crecer consistentemente en tu conocimiento de Dios y tu compromiso con Él.
La obediencia y la fe en Jesús conducen a este crecimiento constante. Ellos eliminan obstáculos terrenales como la edad, el dinero, el nivel de educación, la apariencia física y las habilidades.
Cuando desarrollas el hábito de hacer al menos una pequeña cosa para hacer crecer tu vida espiritual cada día, tu crecimiento es deliberado y consistente. Así que:
Comienza cada día leyendo la Biblia.
Asegúrate de obtener una exposición adecuada a cosas como la alegría, el amor y la esperanza.
Aparta un día de la semana como un Sabbath (día de descanso) para estar tranquilo, meditativo y espiritualmente alimentado.
Recuerda: “Todo lo puedo en Cristo que me fortalece” (Fil 4,13).
Ora por tu crecimiento espiritual, sigue a donde Jesús te guíe y obedécele.
¿Qué estoy haciendo para ser más maduro espiritualmente? ¿Qué estoy haciendo para crecer un poco cada día?
Jesús, mi queridísimo Amigo, quiero pasar hoy y todos los días contigo. Por favor, muéstrame tu voluntad. Ayúdame a crecer en conocimiento y sabiduría. Por favor, pon tu mano sobre mí para desacelerarme y así tomar un Sabbath semanal, pasando más tiempo en una tranquila comunión contigo. Amén.