“El ladrón solo viene a robar, matar y destruir”, dice Jesús. “Yo vine para que tengan vida y la tengan en abundancia” (Juan 10:10).
Aunque el pecado ha hecho que la vida en esta tierra sea corta y difícil, Jesús es el Gran Médico. La vida aquí es fugaz, cualquier curación que tenga lugar aquí es de corta duración. ¡Pero Jesús promete sanar nuestras almas por la eternidad!
Dios es más fuerte que cualquier enfermedad o dolencia
Y rodeó Jesús toda Galilea, enseñando en las sinagogas de ellos, y predicando el evangelio del reino, y sanando toda enfermedad y toda dolencia en el pueblo. Y corría su fama por toda la Siria; y le trajeron todos los que tenían mal: los tomados de diversas enfermedades y tormentos, y los endemoniados, y lunáticos, y paralíticos, y los sanó.
La oración de intercesión es importante para sanar tanto el espíritu como el cuerpo
¿Está alguno enfermo entre vosotros? llame á los ancianos de la iglesia, y oren por él, ungiéndole con aceite en el nombre del Señor. Y la oración de fe salvará al enfermo, y el Señor lo levantará; y si estuviere en pecados, le serán perdonados.
Seguir la ley de Dios es beneficioso para mi salud
Y dijo: Si oyeres atentamente la voz de Jehová tu Dios, é hicieres lo recto delante de sus ojos, y dieres oído á sus mandamientos, y guardares todos sus estatutos, ninguna enfermedad de las que envié á los Egipcios te enviaré á ti; porque yo soy Jehová tu Sanador.
Para Jesús, la mayor curación es perdonar nuestros pecados
Porque, ¿qué es más fácil, decir: Los pecados te son perdonados; ó decir: Levántate, y anda? Pues para que sepáis que el Hijo del hombre tiene potestad en la tierra de perdonar pecados, (dice entonces al paralítico): Levántate, toma tu cama, y vete á tu casa. Entonces él se levantó y se fué á su casa. Y las gentes, viéndolo, se maravillaron, y glorificaron á Dios, que había dado tal potestad á los hombres.
Estar cerca de Jesús es bueno para mi salud
Y donde quiera que entraba, en aldeas, ó ciudades, ó heredades, ponían en las calles á los que estaban enfermos, y le rogaban que tocasen siquiera el borde de su vestido; y todos los que le tocaban quedaban sanos.
Dios escucha mi clamor por sanidad
Vuelve, y di á Ezechîas, príncipe de mi pueblo: Así dice Jehová, el Dios de David tu padre: Yo he oído tu oración, y he visto tus lágrimas: he aquí yo te sano; al tercer día subirás á la casa de Jehová.
Nuestra salud está para su servicio
Y vino Jesús á casa de Pedro, y vió á su suegra echada en cama, y con fiebre. Y tocó su mano, y la fiebre la dejó: y ella se levantó, y les servía.
Dios me sana y me consuela
Visto he sus caminos, y le sanaré, y le pastorearé, y daréle consolaciones, á él y á sus enlutados.
El nombre de Jesús es una medicina poderosa
Y Pedro dijo: Ni tengo plata ni oro; mas lo que tengo te doy: en el nombre de Jesucristo de Nazaret, levántate y anda.
Dios es mi fuente de salud
He aquí que yo le hago subir sanidad y medicina; y los curaré, y les revelaré abundancia de paz y de verdad.
Los redimidos finalmente experimentarán una salud perfecta
Y limpiará Dios toda lágrima de los ojos de ellos; y la muerte no será más; y no habrá más llanto, ni clamor, ni dolor: porque las primeras cosas son pasadas.
Ora por la salud y la prosperidad de los demás
Amado, yo deseo que tú seas prosperado en todas cosas, y que tengas salud, así como tu alma está en prosperidad.
Mi actitud afecta mi salud
El corazón alegre produce buena disposición: Mas el espíritu triste seca los huesos.
La confesión y la intercesión conducen a la curación
Confesaos vuestras faltas unos á otros, y rogad los unos por los otros, para que seáis sanos; la oración del justo, obrando eficazmente, puede mucho.