“¡Vanidad de vanidades! Todo es vanidad”, se lamenta el sabio rey Salomón como “el Predicador” en Eclesiastés 1: 2.
No importa lo que hagamos en este mundo, independientemente de los premios que ganemos, el dinero que hagamos, los autos que conduzcamos, quiénes sean nuestros amigos o las casas en las que vivamos, al final, todo es vanidad egoísta si no se hace para la gloria de Dios. Es por eso que Jesús nos aconsejó “acumulad… tesoros en el cielo” (Mateo 6:20), en lugar de enfocarnos solo en esfuerzos vanos aquí en la tierra.
Seguir mis vanos deseos me aleja de Dios
Mas ellos no obedecieron, antes endurecieron su cerviz, como la cerviz de sus padres, los cuales no creyeron en Jehová su Dios. Y desecharon sus estatutos, y su pacto que él había concertado con sus padres, y sus testimonios que él había protestado contra ellos; y siguieron la vanidad, y se hicieron vanos, y fueron en pos de las gentes que estaban alrededor de ellos, de las cuales les había Jehová mandado que no hiciesen á la manera de ellas.
La vanidad es algo de lo que necesito liberarme
Porque las criaturas sujetas fueron á vanidad, no de grado, mas por causa del que las sujetó con esperanza, Que también las mismas criaturas serán libradas de la servidumbre de corrupción en la libertad gloriosa de los hijos de Dios.
A Dios no le importan las cosas que alimentan la vanidad y el orgullo de la humanidad
Como nada son todas las gentes delante de él; y en su comparación serán estimadas en menos que nada, y que lo que no es.
Enseñar mi propia visión en lugar de la del Señor es vanidad
Así ha dicho Jehová de los ejércitos: No escuchéis las palabras de los profetas que os profetizan: os hacen desvanecer; hablan visión de su corazón, no de la boca de Jehová.
La vanidad y la mentira son sellos de identidad de lo oculto
Porque las imágenes han hablado vanidad, y los adivinos han visto mentira, y han hablado sueños vanos, en vano consuelan: por lo cual se fueron ellos como ovejas, fueron humillados porque no tuvieron pastor.
Atesorar las bendiciones de Dios es vanidad: es una enfermedad maligna
HAY un mal que he visto debajo del cielo, y muy común entre los hombres: Hombre á quien Dios dió riquezas, y hacienda, y honra, y nada le falta de todo lo que su alma desea; mas Dios no le dió facultad de comer de ello, sino que los extraños se lo comen. Esto vanidad es, y enfermedad trabajosa.
La vanidad es un engaño
Todo hombre se ha infatuado y es sin ciencia: avergüénzase todo artífice de la escultura, porque mentira es su vaciadizo, que no tiene espíritu. Vanidad son, obra de irrisiones; en el tiempo de su visitación perecerán. No es como ellos la parte de Jacob: porque él es el Formador de todo; é Israel es la vara de su heredad: Jehová de los ejércitos es su nombre.
Escuchar solo a los que están de acuerdo conmigo es vanidad
Mejor es oir la reprensión del sabio, que la canción de los necios. Porque la risa del necio es como el estrépito de las espinas debajo de la olla. Y también esto es vanidad.
La vanidad es el refugio de charlatanes y estafadores
Pues el fin del mandamiento es la caridad nacida de corazón limpio, y de buena conciencia, y de fe no fingida: De lo cual distrayéndose algunos, se apartaron á vanas pláticas; Queriendo ser doctores de la ley, sin entender ni lo que hablan, ni lo que afirman.
Todas las posesiones y logros terrenales tienen sus raíces en la vanidad
No negué á mis ojos ninguna cosa que desearan, ni aparté mi corazón de placer alguno, porque mi corazón gozó de todo mi trabajo: y ésta fué mi parte de toda mi faena. Miré yo luego todas las obras que habían hecho mis manos, y el trabajo que tomé para hacer las: y he aquí, todo vanidad y aflicción de espíritu, y no hay provecho debajo del sol.
La vanidad está ligada a la mentira
Hijos de los hombres, ¿hasta cuándo volveréis mi honra en infamia, Amaréis la vanidad, y buscaréis la mentira? (Selah.)