“Porque sólo tú eres santo. Porque todas las naciones vendrán y te adorarán ”(Apocalipsis 15: 4). Cuando Dios hizo a los humanos, nos inculcó la necesidad de adorar, de reconocer al Ser omnipotente que nos dio la vida.
Cuando los discípulos se encontraron con Jesús recién resucitado, él les dijo: “¡Regocíjense!” Pero lo único que querían hacer era adorarlo (Mateo 28: 9).
Toda la creación testifica del poder de Dios, pero la adoración distingue a la humanidad de todas las demás cosas creadas. Es parte fundamental de quienes somos.
¿Cuáles son los elementos de la verdadera adoración?
Mas la hora viene, y ahora es, cuando los verdaderos adoradores adorarán al Padre en espíritu y en verdad; porque también el Padre tales adoradores busca que adoren.
Los sabios buscan adorar a Jesús
Y como fué nacido Jesús en Bethlehem de Judea en días del rey Herodes, he aquí unos magos vinieron del oriente á Jerusalem, Diciendo: ¿Dónde está el Rey de los Judíos, que ha nacido? porque su estrella hemos visto en el oriente, y venimos á adorarle.
Adora solo a Dios
Entonces Jesús le dice: Vete, Satanás, que escrito está: Al Señor tu Dios adorarás y á él solo servirás.
Dios es digno de adoración
Los veinticuatro ancianos se postraban delante del que estaba sentado en el trono, y adoraban al que vive para siempre jamás, y echaban sus coronas delante del trono, diciendo: Señor, digno eres de recibir gloria y honra y virtud: porque tú criaste todas las cosas, y por tu voluntad tienen ser y fueron criadas.
Todas las naciones adorarán a Dios
¿Quién no te temerá, oh Señor, y engrandecerá tu nombre? porque tú sólo eres santo; por lo cual todas las naciones vendrán, y adorarán delante de ti, porque tus juicios son manifestados.
Tener valor para negarse a adorar a dioses falsos
He aquí nuestro Dios á quien honramos, puede librarnos del horno de fuego ardiendo; y de tu mano, oh rey, nos librará. Y si no, sepas, oh rey, que tu dios no adoraremos, ni tampoco honraremos la estatua que has levantado.
La adoración da gloria a Dios
Diciendo en alta voz: Temed á Dios, y dadle honra; porque la hora de su juicio es venida; y adorad á aquel que ha hecho el cielo y la tierra y el mar y las fuentes de las aguas.
Cuando la adoración no vale nada
Y en vano me honra, Enseñando como doctrinas mandamientos de hombres.
Toda la tierra adorará a Dios
Toda la tierra te adorará, Y cantará á ti; Cantarán á tu nombre. (Selah.)