por Pastor Ken
Yo la luz he venido al mundo, para que todo aquel que cree en mí no permanezca en tinieblas.
El versículo de hoy es un antídoto contra la oscuridad.
Si algo pesa en tu corazón y te causa ansiedad y temor, Juan 12:46 te da la clave para hacer que eso desaparezca. Es un proceso simple de dos pasos:
Paso 1. Niégate a concentrarte en la oscuridad de tu vida.
Satanás, que es el “Padre de la mentira” (Juan 8:44), te susurrará palabras de desánimo al oído. Él te tentará a rendirte, a perder la fe, a cuestionar tus creencias y a dejar de intentarlo. Quiere engañarte haciéndote creer que la oscuridad es inevitable. No lo es.
Paso 2. Cree en Jesús, la Luz del mundo.
“El pueblo que caminaba en tinieblas vio una gran luz. A los que habitaban en tierra de sombra de muerte, sobre ellos resplandeció luz”, dijo el profeta Isaías, hablando de Jesús, el Mesías venidero (Isaías 9:2).
Cuando fijes firme y fielmente tus ojos en Jesús, creyendo en su gran luz, las tinieblas que te aquejan desaparecerán.
No permitas que la duda de la oscuridad se abra paso en tu corazón.
Dejemos que la luz de Jesús exponga cada partícula de oscuridad, ahuyentándola y reemplazándola con gozo eterno.
¿Cómo aplicaré estos pasos para borrar cualquier oscuridad que quede en mi corazón?
Bendito Señor, gracias por Jesús, que es la Luz en mi corazón. Déjame vivir de tal manera que refleje su luz para que la gente vea a Jesús en mí. Oro en el nombre de Jesús, quien es la Luz de mi vida, Amén.