por Darla Noble
Estando confiado de esto, que el que comenzó en vosotros la buena obra, la perfeccionará hasta el día de Jesucristo.
En mi oficina, tengo una cuerda de “tendedero” con fotos pegadas de cada uno de mis nietos.
Al lado de cada foto hay dibujos que han coloreado y notas que me han escrito los más grandes. Recientemente agregué una al espacio de Macy: una carta que me escribió diciéndome lo emocionada que estaba de venir a verme, cuánto me ama y que nunca olvidaría a Jesús.
La carta en sí era dulce, pero lo que la hizo aún más dulce fue mirar una de las otras cartas que “escribió” hace un par de años. No son más que unos cuantos garabatos, pero significan mucho para mí porque fueron escritos por Macy y es una evidencia de cuánto ha crecido.
Eso es lo que Dios quiere de nosotros.
Él quiere vernos crecer y madurar. Convertirnos de bebés a niños más grandes de una fe más parecida a los garabatos de Macy a una fe que puede componer frases completas que extraen las profundidades de su amor por nosotros. Y en cada etapa, quiere que nunca nos olvidemos de Jesús.
Dios ha comenzado una buena obra en ti. Como cualquier buen padre, le encanta verte crecer. ¿Estás creciendo en la dirección correcta?
¿Estoy aprovechando las oportunidades para crecer en la fe y en mi relación con Dios? ¿Cómo puedo ser más proactivo para dejar que Dios obre en mí?
Dios Santo, por favor mantenme creciendo en la fe y en mi amor por ti todos los días. Por favor dame la confianza que necesito para seguir creciendo como tú quieres que lo haga. En el nombre de Jesús oro, Amén.