por Pastor Ken y Joyverse
Estad siempre gozosos. Orad sin cesar. Dad gracias en todo; porque esta es la voluntad de Dios para con vosotros en Cristo Jesús.
El evangelio de Lucas cuenta la historia de diez hombres que sufrían de lepra: entonces una enfermedad infecciosa incurable.
Estos hombres estaban juntos porque la naturaleza de su condición implicaba que tenían que ser segregados. Eran intocables, impuros.
Jesús sanó a los diez hombres con lepra, pero solo uno regresó. Cuando el hombre vio su cuerpo limpio, corrió hacia Jesús para darle gracias. Y lo alabó y adoró (Lucas 17:11-19).
De los otros nueve nunca más se supo. Se olvidaron de dar gracias y alabar a Dios cuando quedaron limpios de su enfermedad.
Para el cristiano, cada día es el Día de Acción de Gracias. Seamos como el que vino a Jesús. Agradécele porque Él contesta nuestras oraciones. Recuerda cuando Él proveyó milagrosamente para una necesidad especial.
Nunca des por sentado lo que Dios ha hecho en nuestras vidas. En cambio, debemos tener la misma actitud que tuvo este hombre que vino a agradecer a Jesús.
Si crees que hay poco en tu propia vida por lo que estar agradecido, tómate un momento para mirar a tu alrededor y ver cómo Dios te ha bendecido. Dios ha derramado sus grandes bendiciones en abundancia.
Si estás en un momento difícil de tu vida, pídele ayuda a Cristo, que sanó a los diez hombres con lepra. ¡Entonces da gracias por las cosas grandes y maravillosas que Él ya ha hecho por ti!
¿Cómo puedo tener un corazón agradecido y vivir en actitud de acción de gracias todos los días?
Creador celestial, gracias por darme tantas bendiciones. Ayúdame a nunca dar por sentado tu milagroso amor y gracia. En el nombre de Jesús oro, Amén.