La Lista De La Vida

por Heather Tietz

2 Timoteo 4:7-8

He peleado la buena batalla, he acabado la carrera, he guardado la fe. Por lo demás, me está guardada la corona de justicia, la cual me dará el Señor, juez justo, en aquel día; y no sólo á mí, sino también á todos los que aman su venida.

Hay cierta satisfacción al cumplir una lista.

“Estas son las cosas que he logrado”, proclama la lista. Te sientes satisfecho. Ocupaste bien tu tiempo. Tenías metas y las cumpliste.

El apóstol Pablo tenía una lista de vida. En el versículo de hoy, cerca del final de ella, cumplió sus logros.

Observe que no menciona el número de iglesias que inició, aunque inició muchas. No menciona los kilómetros andados para difundir el evangelio, y viajó muy lejos. Ni siquiera enumera los sacrificios familiares, de tiempo, o de placer que hizo. Tampoco nombra a las personas importantes con las que trabajó.

En cambio, menciona los logros de su espíritu: perseveró. Ante las autoridades, en prisión, en barcos azotados por una tormenta, no perdió la fe. Siguió creyendo. Siguió confiando. Eso es todo. Esa es su lista de deseos, cumplida.

Todos los grandes logros de la vida de Pablo, Dios los obró gracias a su espíritu perseverante. Pablo reconoció que ninguna de las cosas que hizo realmente le daban crédito.

Pablo suplicó. Dios respondió. Pablo confió. Dios cumplió. Pablo estuvo dispuesto. Dios dirigió su camino.

Dios hará lo mismo por nosotros, si se lo pedimos. ¿Por qué no incluyes hoy “pido que aumentes mi fe” en tu lista de vida?


Reflexión

¿Qué hay en mi lista espiritual de deseos?


Plegaria

Querido Señor, quiero seguirte con la misma confianza que tenía Pablo. Por favor ayúdame a “pelear la buena batalla” todos los días, por tu causa. Gracias por ser mi Amigo, así como mi Juez. Amén.