Las acciones, no las palabras, prueban nuestra honestidad
Y ellos le respondieron: No, señor mío: mas tus siervos han venido á comprar alimentos. Todos nosotros somos hijos de un varón: somos hombres de verdad: tus siervos nunca fueron espías. Y al tercer día díjoles José: Haced esto, y vivid: Yo temo á Dios: Si sois hombres de verdad, quede preso en la casa de vuestra cárcel uno de vuestros hermanos; y vosotros id, llevad el alimento para el hambre de vuestra casa: Pero habéis de traerme á vuestro hermano menor, y serán verificadas vuestras palabras, y no moriréis. Y ellos lo hicieron así.
del tema de Honestidad