El Pecado Es Pecado, No Importa Quién Lo Sepa… Y Quién No

por Darla Noble

Romanos 3:23

Por cuanto todos pecaron, y están distituídos de la gloria de Dios.

Vince dirigía la adoración y cantaba en varios eventos de la iglesia. También ofrecía sus talentos como voluntario del personal de mantenimiento para conservar el inmueble en buen estado. Hizo lo mismo con varios miembros de la congregación.

Su personalidad amistosa y extrovertida hacía que amarlo fuera fácil, así que cuando se ofreció como voluntario para ayudar en el nuevo programa de alcance “Celebra la Restauración”, el predicador estuvo encantado. Pero no fue hasta la semana siguiente que Vincent explicó por qué estaba tan ansioso de ser parte de este ministerio.

Con lágrimas en sus ojos, confesó que él había tenido un problema con la bebida durante varios años. “Soy un profesional ocultándoselo a todos, incluido yo. Pero la culpa me ha estado carcomiendo. Estoy cansado de vivir una mentira. Es hora de que admita que ocultar mi dependencia no la hace mejor ni menos real. Soy un pecador que necesita de un Salvador y necesito de su amor, de sus oraciones y de su apoyo”.

Ocho años más tarde, Vincent se encuentra sobrio y agradecido por la vida que Dios da a través de Jesús. Su primer paso hacia la plenitud fue reconocer y confesar sus defectos.

Todos hemos pecado. Jesús murió por todos. Eso significa que su sacrificio cubre tus pecados y también los míos. Todo lo que tú y yo tenemos que hacer es pedir perdón y aceptar su regalo. ¡Alabado sea el Señor!


Reflexión

¿De qué pecados necesito arrepentirme y confesarlos a Dios? ¿Cómo responderá Dios? (1 Juan 1:9).


Plegaria

Querido Jesús, soy un pecador. Soy tan indigno, pero enormemente agradecido por tu gracia salvadora. Por favor, lávame y guárdame de errar. En tu nombre oro, Amén.