La Vitrina De Trofeos De Dios

por John Michalak

Éxodo 14:28-29

Y volvieron las aguas, y cubrieron los carros y la caballería, y todo el ejército de Faraón que había entrado tras ellos en la mar; no quedó de ellos ni uno. Y los hijos de Israel fueron por medio de la mar en seco, teniendo las aguas por muro á su diestra y á su siniestra.

¿Alguna vez visitaste tu antigua escuela para explorar su historia?

A menudo, la vitrina de trofeos ocupa un lugar destacado, llena de trofeos y pancartas que recuerdan las muchas victorias que ha logrado la escuela.

Los israelitas disfrutaron de muchas victorias, en particular su liberación de la esclavitud en Egipto. Dios conquistó a los egipcios con plagas, fuego y finalmente con su destrucción total en el Mar Rojo. Dios ganó para sus hijos un trofeo de campeonato que será recordado.

Sin embargo, poco después, Israel se había olvidado de la providencia de Dios.

Se quejaron en el desierto, diciendo que Dios los había abandonado. La mayoría murió en el desierto porque olvidaron las victorias pasadas de Dios.

A lo largo de la Biblia, y en el testimonio de nuestras vidas hoy, Dios ha acumulado muchas victorias. Su vitrina de trofeos es más grande de lo que puedes imaginar. Pero, al igual que los israelitas, lo olvidamos muy rápidamente. Lamentamos nuestro próximo desafío y asumimos que Dios nos ha abandonado.

En tu mente y en tu corazón, debes regresar una y otra vez para visitar la vitrina de trofeos de Dios. Recuerda y celebra las victorias que Dios ha obtenido, para que tengas fe en las victorias venideras.


Reflexión

¿Soy un trofeo en la vitrina de Dios? ¿Qué tan bien recuerdo las victorias que Él me ha ayudado a ganar? Oraré para que Dios me ayude a recordar continuamente Su providencia y a creer en las victorias que aún me quedan por ganar. ​


Plegaria

Amado Dios, Tú conoces los desafíos que estoy enfrentando. Por favor, abre los mares ante mí y déjame caminar por tierra firme. Ayúdame a recordar vívidamente lo que has hecho para salvarme y protegerme, para que pueda afrontar el futuro con valentía, sabiendo que tú guías el camino. En el nombre de Jesús oro, Amén.