por Darla Noble
Mi Dios, pues, suplirá todo lo que os falta conforme á sus riquezas en gloria en Cristo Jesús.
Cuando mi nieta era pequeña, en lugar de decir que quería algo, siempre decía que necesitaba algo.
Por ejemplo, si quería salir a jugar, decía: “Nanna, necesito salir”. O cuando quería pasas cubiertas de chocolate (su bocadillo favorito), decía: “Nanna, necesito pasas sabrosas”.
A veces nosotros hacemos lo mismo — confundimos nuestros deseos con nuestras necesidades.
Y cuando no obtenemos lo que queremos, acusamos a Dios de no cumplir sus promesas. Lo acusamos de no estar ahí para nosotros. Pero eso simplemente no es verdad. Dios siempre ha suplido, suple y suplirá todas nuestras necesidades con la riqueza del universo, que es suya.
Cuando reconozcamos la verdad de que Dios realmente suple todas nuestras necesidades, y que negarnos algunas de ellas puede ser mejor para nosotros que concedernos todos nuestros caprichos, descubriremos la bendición de es ser un precioso hijo de Dios y receptor de sus vastos tesoros.
¿Cómo expresaré mi agradecimiento a Dios por proporcionarme lo que necesito?
Querido Dios, gracias por compartir tu riqueza conmigo. Gracias por saber lo que necesito — incluso mejor que yo — y dármelo. Ayúdame a no igualar la concesión de mis deseos egoístas con tu amor por mí. En el nombre de tu Hijo te lo ruego. Amén.