por Darla Noble
También les dijo: El sábado por causa del hombre es hecho; no el hombre por causa del sábado. Así que el Hijo del hombre es Señor aun del sábado.
Tengo una confesión que hacer. No soy muy buena no haciendo nada.
De hecho, huelo mal. Vengo de una larga línea de granjeros y hasta hace unos pocos años, pasaba el día cuidando a mis cuatro hijos, y a 500 o 600 ovejas mamás (y a sus crías durante la temporada de partos), un invernadero y un ENORME jardín.
Entonces no hacer nada no estaba en mi radar.
Todavía no lo está. Aún siento que estoy haciendo algo mal si no hago algo.
Sin embargo, el versículo de hoy dice lo contrario.
El versículo de hoy, junto con Éxodo 20:8-11 (el cuarto Mandamiento) y otros, me dice que Dios quiere y espera que pase un día descansando, reposando y simplemente existiendo.
Lo estoy intentando, pero seguro que me vendrían bien tus oraciones en este caso. ¿Qué tal si oramos unos por otros para que todos podamos rendirnos a Dios y tomarnos un día de descanso semanal, pasar tiempo con Él y dejar que llene nuestros cuerpos, corazones y mentes con las bendiciones que tiene para nosotros?
¿Qué lugar ocupa el descanso sabático en mi agenda esta semana?
Querido Dios, ayúdame a comprender que el sábado no es sólo una buena idea, sino algo que tú esperas de mí. Es una bendición que me has dado: una isla de calma semanal en un mundo de caos. Gracias por tu bendito descanso. En el nombre de Jesús oro, Amén.