El versículo de hoy es la bendición que Dios dio a los sacerdotes de los hijos de Israel.

Es una hermosa promesa de amor, protección y bendición divina; escrita y hablada por Dios mismo.

Hoy, hay muchas razones válidas para aplicar esta triple bendición a nuestras propias vidas:

1. Necesitamos la protección de Dios en el mundo inseguro en que vivimos. Por lo tanto, “Que el Señor te bendiga y te proteja”.

2. Necesitamos la gracia de Dios porque todos somos pecadores. Sin Él, estamos perdidos. Cuando aceptamos el regalo de Dios de la salvación, podemos recibir las bendiciones destinadas para nosotros. Entonces, “Que el Señor pueda sonreirte y tenga misericordia de ti”.

3. Necesitamos paz interior que solo se puede encontrar en Dios para navegar por la vida. Por eso, “Que el Señor pueda muestrarte su favor y darte su paz”.

Dios nunca nos llama a hacer nada sin la paz y protección de su presencia. Así que no te reprimas ni tengas miedo de pedir a Dios sus bendiciones. Repite los versículos de hoy así como el Padrenuestro (Mateo 6:11-13) y reclámalos como tuyos… porque lo son.