Y habiendo dicho estas cosas, clamó á gran voz: Lázaro, ven fuera. Y el que había estado muerto, salió, atadas las manos y los pies con vendas; y su rostro estaba envuelto en un sudario. Díceles Jesús: Desatadle, y dejadle ir.
Y habiendo dicho estas cosas, clamó á gran voz: Lázaro, ven fuera. Y el que había estado muerto, salió, atadas las manos y los pies con vendas; y su rostro estaba envuelto en un sudario. Díceles Jesús: Desatadle, y dejadle ir.