Estableciendo Límites

por Darla Noble y Joyverse

Salmos 119:72, 77

Mejor me es la ley de tu boca, Que millares de oro y plata. Vengan á mí tus misericordias, y viva; Porque tu ley es mi deleite.

Leyes, reglas, pautas — todas hacen lo mismo: establecer límites.

Te dan libertad para moverte dentro de un conjunto prescrito de parámetros. Eliminan las conjeturas de saber lo que puedes y no puedes hacer. Sin reglas, reina el “gobierno de la mafia” de la anarquía.

Algunas reglas son tiránicas y despóticas. Oprimen a cierto elemento de la sociedad mientras elevan artificialmente a otros. Tal sistema esencialmente encarcela a quienes están dentro de él.

Sin embargo, cuando las reglas son justas y se aplican de manera justa, en realidad pueden dar a los seguidores una mayor libertad que el caos que acompaña a la anarquía. También eliminan la crueldad inherente en la opresión.

Así es con Dios. Dentro de las páginas de la Biblia se encuentran las pautas, los deseos y las expectativas de Dios para sus hijos. La Biblia está llena de promesas de Dios, diciéndonos las “reglas” para recibir Sus tiernas misericordias y bendiciones que solo Él puede dar.

Los límites de Dios nunca nos hacen daño. En cambio, traen alegría, satisfacción y éxito. ¡Que la misericordia de Dios caiga sobre ti hoy y todos los días!


Reflexión

¿Cómo veo las reglas de Dios? ¿Cuál de las reglas de Dios me cuesta más seguir? ¿Cómo podría ver esas reglas “difíciles” como un gozo, un deleite y una bendición que valoro más que el dinero?


Plegaria

Querido Dios, gracias por darme tu ley para que pueda ser libre para vivir gozosamente en ti. Ayúdame a encontrar gozo y deleite en los límites que has establecido para mí, ya que sé que solo tienes mis mejores intereses en el corazón. En el nombre de Jesús oro, Amén.