El sufrimiento existe porque existe el pecado. El centro del problema es el aprtarse de Dios. Si el pecado no hubiera entrado en nuestras vidas, interponiéndose entre Dios y nosotros, no conoceríamos el sufrimiento.
A través de la desobediencia voluntaria a Dios, la humanidad arruinó el mundo perfecto que él había creado. En medio de nuestros sufrimientos, podemos ver a Dios, quien nos da esperanza y soluciones a través del sufrimiento de Cristo en la cruz.
Jesús, quien sufrió tanto física como espiritualmente, proporciona perdón de pecados y respuestas a nuestros problemas. Cristo ofrece paz mental, consuelo en el dolor y sanación de las heridas que ha causado el sufrimiento.
Cristo sufrió antes de entrar en su gloria
¿No era necesario que el Cristo padeciera estas cosas, y que entrara en su gloria?
Siempre que estoy sufriendo, el Señor me rescata
Muchos son los males del justo; Mas de todos ellos lo librará Jehová.
Mi sufrimiento presente producirá gloria eterna
Porque lo que al presente es momentáneo y leve de nuestra tribulación, nos obra un sobremanera alto y eterno peso de gloria.
Cuando pase por varios sufrimientos, Dios estará conmigo y me protegerá
Cuando pasares por las aguas, yo seré contigo; y por los ríos, no te anegarán. Cuando pasares por el fuego, no te quemarás, ni la llama arderá en ti.
Puedo sufrir alegremente por los demás, porque me conecta con el sufrimiento de Cristo
Que ahora me gozo en lo que padezco por vosotros, y cumplo en mi carne lo que falta de las aflicciones de Cristo por su cuerpo, que es la iglesia.
Jesús, un hombre de sufrimiento, sufrió y fue rechazado por mí
Despreciado y desechado entre los hombres, varón de dolores, experimentado en quebranto: y como que escondimos de él el rostro, fué menospreciado, y no lo estimamos.
Después de haber sufrido un poco, Dios me restaurará y fortalecerá
Mas el Dios de toda gracia, que nos ha llamado á su gloria eterna por Jesucristo, después que hubiereis un poco de tiempo padecido, él mismo os perfeccione, coforme, corrobore y establezca.
El clamor de Jesús en la cruz puede ser mío cuando sufro por él
Dios mío, Dios mío, ¿por qué me has dejado? ¿Por qué estás lejos de mi salud, y de las palabras de mi clamor?
Me regocijo en mis sufrimientos, porque sé que me ayudan a desarrollar la perseverancia
Y no sólo esto, mas aun nos gloriamos en las tribulaciones, sabiendo que la tribulación produce paciencia.
esús soportó mi castigo de Dios
Ciertamente llevó él nuestras enfermedades, y sufrió nuestros dolores; y nosotros le tuvimos por azotado, por herido de Dios y abatido.