En la mente del sabio rey Salomón, el orgullo allanó el camino hacia la ruina. “El orgullo va antes de la destrucción, y el espíritu arrogante antes de la caída” (Proverbios 16:18).
El orgullo es engañoso (Jeremías 49:16), y es el que hace que las personas piensen que son más inteligentes, más fuertes y más poderosas de lo que realmente son. El orgullo puede incluso tentar a una persona a verse a sí misma igual a Dios. Pero el Dios que aborreció el pecado del orgullo en Amós 6: 8 es el mismo Dios que ordena a sus hijos que dejen el orgullo a un lado y practiquen la humildad hoy.
El orgullo es un pecado que Dios va a vengar
El Dios de mi misericordia me prevendrá: Dios me hará ver en mis enemigos mi deseo. Por el pecado de su boca, por la palabra de sus labios; Y sean presos por su soberbia, Y por la maldición y mentira que profieren.
El orgullo está en desacuerdo con Dios mismo
Mas él da mayor gracia. Por esto dice: Dios resiste á los soberbios, y da gracia á los humildes.
Dios juzga a los orgullosos
No multipliquéis hablando grandezas, altanerías; Cesen las palabras arrogantes de vuestra boca; Porque el Dios de todo saber es Jehová, Y á él toca el pesar las acciones.
El amor no es orgulloso
La caridad es sufrida, es benigna; la caridad no tiene envidia, la caridad no hace sinrazón, no se ensancha;
Dios quitará a los orgullosos de su presencia
En aquel día no serás avergonzada por ninguna de tus obras con que te rebelaste contra mí; porque entonces quitaré de en medio de ti los que se alegran en tu soberbia, y nunca más te ensoberbecerás del monte de mi santidad.
El orgullo está en la lista de Jesús de cosas malas
Porque de dentro, del corazón de los hombres, salen los malos pensamientos, los adulterios, las fornicaciones, los homicidios, Los hurtos, las avaricias, las maldades, el engaño, las desvergüenzas, el ojo maligno, las injurias, la soberbia, la insensatez. Todas estas maldades de dentro salen, y contaminan al hombre.
El orgullo es un pecado que Dios promete destruir
Y si aun con estas cosas no me oyereis, yo tornaré á castigaros siete veces más por vuestros pecados. Y quebrantaré la soberbia de vuestra fortaleza, y tornaré vuestro cielo como hierro, y vuestra tierra como metal: Y vuestra fuerza se consumirá en vano; que vuestra tierra no dará su esquilmo, y los árboles de la tierra no darán su fruto.
El orgullo no viene de Dios
Porque todo lo que hay en el mundo, la concupiscencia de la carne, y la concupiscencia de los ojos, y la soberbia de la vida, no es del Padre, mas es del mundo.
El orgullo es engañoso; Dios promete derribar a los orgullosos
La soberbia de tu corazón te ha engañado, tú que moras en las hendiduras de las peñas, en tu altísima morada; que dices en tu corazón: ¿Quién me derribará á tierra? Si te encaramares como águila, y si entre las estrellas pusieres tu nido, de ahí te derribaré, dice Jehová.
Dios elige a los humildes, por eso no hay lugar para el orgullo
Y lo vil del mundo y lo menos preciado escogió Dios, y lo que no es, para deshacer lo que es: Para que ninguna carne se jacte en su presencia.
Los pecados del orgullo y la opresión a menudo se encuentran juntos
He aquí que esta fué la maldad de Sodoma tu hermana: soberbia, hartura de pan, y abundancia de ociosidad tuvo ella y sus hijas; y no corroboró la mano del afligido y del menesteroso.