por Sam y Joyverse
Porque los montes se moverán, y los collados temblarán; mas no se apartará de ti mi misericordia, ni el pacto de mi paz vacilará, dijo Jehová, el que tiene misericordia de ti.
En los últimos años, nuestro mundo ha experimentado un aumento significativo de muchos desastres naturales devastadores.
Grandes huracanes e inundaciones arrasaron ciudades enteras. Los tornados y tifones mataron a miles de personas. Los deslizamientos de tierra mataron a miles más. Y los incendios forestales quemaron enormes zonas de destrucción. La gente evacuaba sus hogares con algunas pertenencias y regresaba para encontrar nada más que escombros.
Enfermedades que antes se consideraban erradicadas han resurgido, sembrando miedo y pánico a medida que mueren inocentes. El cambio climático, el derretimiento de los casquetes polares, la sequía y el aumento del nivel del mar han provocado la extinción de especies enteras de animales que alguna vez compartieron nuestro planeta.
El versículo de hoy ofrece la promesa de amor a través de todas estas cosas. Aunque lleguen las inundaciones, los incendios ardan y las montañas mismas se partan y exploten, el amor de Dios por nosotros sigue vigente. Su pacto para nuestra paz nos asegura que Dios tiene el control.
Cuando ocurra un desastre, recuerda el amor de Dios por ti. Todo en esta Tierra es temporal. Pero el amor de Dios es eterno. Pon tu confianza en Él y descansa en su paz.
¿Cuáles son algunos desastres que han sucedido en mi vida? ¿Cómo Dios me sacó a través de ellos?
Querido Señor, gracias por amarme en cada desafío y desastre de mi vida. Sé que no importa los desafíos que enfrente aquí en la Tierra, Tu gracia y amor siempre están conmigo. Alabaré tu nombre por siempre. Amén.