La Obra Maestra De Dios

por Beatrice Jean-Baptiste

Jeremías 1:5

Antes que te formase en el vientre te conocí, y antes que salieses de la matriz te santifiqué, te dí por profeta á las gentes.

En nuestro mundo actual, hay 195 países, aproximadamente 6500 idiomas y casi 8000 millones de personas. Y se estima que cada 4 segundos nace un niño.

Aunque estos números parezcan colosales, el día que fuiste concebido, Dios te conocía íntimamente y tuvo grandes planes para tu vida. Nadie está vivo por casualidad. Cada persona es importante a los ojos de Dios.

El día que naciste, Dios se fijó especialmente en ti.

Antes de que supieras tu nombre, Dios tenía un llamado especial para tu vida. Él te eligió para hacer grandes cosas en el mundo que nadie más puede hacer.

Dios no te ve como todos los demás. Las personas son limitadas; solo pueden ver con sus ojos. El Dios Omnisciente, por otro lado, te ve como su obra maestra. Él te conoce de adentro hacia afuera. Eres extremadamente importante para Él.

Desde la hormiga más pequeña hasta el elefante más grande, Dios creó todo con un propósito, que te incluye.

El mundo necesita los dones que Dios ha puesto en ti porque cuando vives el propósito que Dios te ha dado, Dios es glorificado.


Reflexión

¿Qué me ha designado Dios hacer para su gloria? ¿Cómo puedo glorificar a Dios con los dones que me ha confiado?


Plegaria

Dios Santo, antes de que me formases en el vientre, me conocías íntimamente. Antes de que naciera, me santificaste y me designaste para hacer grandes cosas para tu gloria. Te alabo porque soy importante a tus ojos y mi vida tiene un propósito. En el nombre de Jesús oro, Amén.