No Se Trata De Perfección

por Heather Tietz

Proverbios 1:23

Volveos á mi reprensión: He aquí yo os derramaré mi espíritu, Y os haré saber mis palabras.

El arrepentimiento, no la perfección, es la señal de amar a Jesús.

Los seguidores de Jesús no son perfectos, pero constantemente buscan serlo.

Recuerda al rey David. Era un hombre que amaba a Dios. Escribió cantos y danzó para Él. David quería construirle un hermoso templo. Honró la ley de Dios… la mayor parte del tiempo.

Pero el rey David, como muchos de nosotros, se dejó llevar por el pecado.

No fue accidental cuando ordenó que le trajeran a Betsabé. No fue una equivocación que su inocente marido muriera. David planeó deliberadamente su inmoralidad. Pero cuando fue confrontado por el profeta Natán, se arrepintió genuinamente. Con tristeza buscó el corazón de Dios. Ayunó. Suplicó clemencia. Él se afligió. (Ver Salmo 32, 28, 51) David quería en su vida el afecto de Dios, los planes de Dios, el amor de Dios.

David fue disciplinado por su pecado; el niño nacido de él y Betsabé, murió.

Pero luego, Dios derramó bendiciones sobre él. Dios convirtió la relación pecaminosa de David con Betsabé en un ejemplo de gracia. Su siguiente hijo se llamó Salomón, que significa “Paz”. Salomón se convirtió en uno de los antepasados de Jesús.

Lo que comenzó como un pecado horrible dio origen a la gracia, no sólo para David, sino para todo el mundo.


Reflexión

¿Cuándo he sentido la reprensión de Dios? ¿Cómo llegó? ¿Cómo respondí?


Plegaria

Señor Dios, por favor escucha mi confesión. Gracias por hacer disponible un gran perdón y amor a pesar de mi gran pecado. Por favor, derrama tu Espíritu sobre mí y atráeme más a ti. En el nombre de Jesús oro, Amén.