por Darla Noble
Estad quietos, y conoced que yo soy Dios: Ensalzado he de ser entre las gentes, ensalzado seré en la tierra.
Los israelitas estaban libres de las crueles ataduras de la esclavitud. A través del amor y la intervención de Dios, Moisés los sacó de Egipto.
El ejército egipcio los persiguió, sabiendo que los israelitas no estaban armados ni preparados para pelear y defenderse.
Imagínense el miedo y la ansiedad que devoraron la mente y el corazón de los israelitas cuando miraron a sus espaldas y vieron al ejército egipcio que venía tras ellos. ¿Qué quiso decir Moisés cuando dijo que no tenían que temer (Éxodo 14:13)?
Cuando Moisés les dijo a los israelitas que se quedaran quietos, les estaba diciendo que no huyeran ni se escondieran como querían hacer. Les estaba diciendo que se quedaran donde estaban y dejaran que Dios se encargara de la situación, que dejaran que Dios peleara contra los egipcios a su manera. Los hijos de Israel escucharon a Moisés, y entonces ¡ellos vieron a Dios obrar!
Lo mismo vale para ti y para mí hoy. Si bien es posible que Dios no separe las aguas para que caminemos sobre tierra firme, Él siempre estará presente en cada situación, esperando y anhelando luchar por nosotros. Él siempre está preparado, dispuesto y listo para defendernos. Todo lo que necesitamos hacer es estar quietos y confiar en Él.
¿Cómo exalto a Dios?
Querido Dios, sé que eres lo más poderoso del universo. Ayúdame a estar quieto y permitirte luchar por mí. En el nombre de Jesús oro, Amén.